Nuestra labor como buenos docentes se
refleja en la construcción de la ciudadanía, la formación de mejores seres
humanos, en el desarrollo social del lugar en el que se desenvuelve y como
anhelo, en la construcción de un mundo mejor.
Los docentes del siglo XXI, tenemos el
papel de guías en la adquisición de los conocimientos y el desarrollo de las
habilidades que permitirán a las personas participar en el mundo tan cambiante
y exigente.
¿Cómo debemos ser los docentes del siglo XXI?
Sea cual sea el nivel educativo y el
lugar en el que nos desarrollemos, como docentes debemos poseer las capacidades
que nos permitan fortalecer la identidad de nuestros alumnos, guiarlos para que
aprendan a aprender, a ser y a convivir. Esta labor incluye diseñar e
implementar estrategias que favorezcan el intercambio equitativo y la
apreciación por la diversidad cultural.
Como docentes del siglo XXI debemos
ser estudiantes del siglo XXI, que nunca dejemos de aprender, evolucionar,
investigar, desarrollar, producir y compartir.
De acuerdo con García Canclini, en una
sociedad “el desarrollo más productivo es el que valora la riqueza de las
diferencias, propicia la comunicación y el intercambio – interno y con el mundo
– y contribuye a corregir las desigualdades”[i]. En este sentido, nuestra
misión es arriesgarnos a trabajar en la multiculturalidad, conviviendo con la
mayoría y preocupándonos por la minoría en que tenemos impacto directo (el
aula, la escuela, la comunidad).
¿Producir en la multiculturalidad, es nuestro deber
como docentes?
Sin duda, lo es; producir en la
multiculturalidad, en el mundo interconectado, en el que se busca el equilibrio,
la participación y la protección, entre otras exigencias, lo es.
García Canclini, en su conferencia para el Seminario sobre
Cultura y Desarrollo, en el Banco Interamericano de Desarrollo (2005) hace
referencia a Hopenhayn, quien dice que “estar fuera de la red es estar
simbólicamente en la intemperie o la sordera”. Por lo tanto, como seres
generadores de cambios, debemos contribuir en la generación de nuevos
materiales, nuevas formas de comunicación, participación y desarrollo, sin
dejar de lado lo importante que es garantizar la diversidad cultural.
En la Conferencia mundial sobre las políticas culturales, celebrada por la
UNESCO en México (1982), la comunidad internacional convergió:
• que, en su
sentido más amplio, la cultura puede considerarse actualmente como el conjunto
de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos
que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las
artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser
humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias,
• y que la cultura
da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace
de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente
comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones.
A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se
reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias
realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que
lo trascienden.[ii]
Entonces, ¿Qué acciones
diarias reflejarán nuestro aporte cultural?
Para aportar es necesario crear. En la actualidad, disponemos de
un sin número de recursos digitales para desarrollar materiales educativos,
mismos que nos permitirán potenciar las inteligencias de nuestros alumnos,
acercarles otros contextos, ampliar sus conocimientos y desarrollar sus
habilidades para que puedan ser excelentes profesionales y ciudadanos del
mañana.
Un docente refleja la innovación de sus acciones cuando expande
sus medios, cuando se permite descubrir que no sólo el pizarrón y la tiza son
los instrumentos de la enseñanza, sino que quitarse el miedo, tomar una
computadora, un dispositivo móvil, una micrófono, una videocámara, etc.
permitirán enriquecer su labor diaria, los contenidos que transmite y las destrezas
que desarrolla.
Un mejor alumno necesita de un mejor docente. Sé uno.
[i] GARCÍA Canclini,
Néstor (2005) Todos tienen cultura. ¿Quiénes pueden desarrollarla? En http://www.congresoed.org/wp-content/uploads/2014/10/Canclini-Cultura-desarrollo.pdf
[ii]
UNESCO (1982). Declaración de México sobre las políticas culturales. Conferencia
mundial sobre las políticas culturales. En http://portal.unesco.org/culture/es/files/35197/11919413801mexico_sp.pdf/mexico_sp.pdf