martes, 31 de enero de 2017

La labor docente en el contexto multicultural

Magaly Liliana Ramírez López




Nuestra labor como buenos docentes se refleja en la construcción de la ciudadanía, la formación de mejores seres humanos, en el desarrollo social del lugar en el que se desenvuelve y como anhelo, en la construcción de un mundo mejor.

Los docentes del siglo XXI, tenemos el papel de guías en la adquisición de los conocimientos y el desarrollo de las habilidades que permitirán a las personas participar en el mundo tan cambiante y exigente.

¿Cómo debemos ser los docentes del siglo XXI?

Sea cual sea el nivel educativo y el lugar en el que nos desarrollemos, como docentes debemos poseer las capacidades que nos permitan fortalecer la identidad de nuestros alumnos, guiarlos para que aprendan a aprender, a ser y a convivir. Esta labor incluye diseñar e implementar estrategias que favorezcan el intercambio equitativo y la apreciación por la diversidad cultural.

Como docentes del siglo XXI debemos ser estudiantes del siglo XXI, que nunca dejemos de aprender, evolucionar, investigar, desarrollar, producir y compartir.

De acuerdo con García Canclini, en una sociedad “el desarrollo más productivo es el que valora la riqueza de las diferencias, propicia la comunicación y el intercambio – interno y con el mundo – y contribuye a corregir las desigualdades”[i]. En este sentido, nuestra misión es arriesgarnos a trabajar en la multiculturalidad, conviviendo con la mayoría y preocupándonos por la minoría en que tenemos impacto directo (el aula, la escuela, la comunidad).

¿Producir en la multiculturalidad, es nuestro deber como docentes?

Sin duda, lo es; producir en la multiculturalidad, en el mundo interconectado, en el que se busca el equilibrio, la participación y la protección, entre otras exigencias, lo es.

García Canclini, en su conferencia para el Seminario sobre Cultura y Desarrollo, en el Banco Interamericano de Desarrollo (2005) hace referencia a Hopenhayn, quien dice que “estar fuera de la red es estar simbólicamente en la intemperie o la sordera”. Por lo tanto, como seres generadores de cambios, debemos contribuir en la generación de nuevos materiales, nuevas formas de comunicación, participación y desarrollo, sin dejar de lado lo importante que es garantizar la diversidad cultural.


En la Conferencia mundial sobre las políticas culturales, celebrada por la UNESCO en México (1982), la comunidad internacional convergió:

   que, en su sentido más amplio, la cultura puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias,

    y que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.[ii]


Entonces, ¿Qué acciones diarias reflejarán nuestro aporte cultural?  

Para aportar es necesario crear. En la actualidad, disponemos de un sin número de recursos digitales para desarrollar materiales educativos, mismos que nos permitirán potenciar las inteligencias de nuestros alumnos, acercarles otros contextos, ampliar sus conocimientos y desarrollar sus habilidades para que puedan ser excelentes profesionales y ciudadanos del mañana.

Un docente refleja la innovación de sus acciones cuando expande sus medios, cuando se permite descubrir que no sólo el pizarrón y la tiza son los instrumentos de la enseñanza, sino que quitarse el miedo, tomar una computadora, un dispositivo móvil, una micrófono, una videocámara, etc. permitirán enriquecer su labor diaria, los contenidos que transmite y las destrezas que desarrolla.

Un mejor alumno necesita de un mejor docente. Sé uno.





[i] GARCÍA Canclini, Néstor (2005) Todos tienen cultura. ¿Quiénes pueden desarrollarla?  En http://www.congresoed.org/wp-content/uploads/2014/10/Canclini-Cultura-desarrollo.pdf

[ii] UNESCO (1982). Declaración de México sobre las políticas culturales. Conferencia mundial sobre las políticas culturales. En http://portal.unesco.org/culture/es/files/35197/11919413801mexico_sp.pdf/mexico_sp.pdf